sábado, 6 de marzo de 2010

Recuerdos de una época

Recuerdos de una época, eso es lo que a aquellos que pasamos de la cincuentena nos va quedando.

No obstante siempre solemos decir "que nos quiten lo bailao", y en cierto modo es así, pasamos por esta vida en ocasiones a "hurtadillas" y en otras demasiado "aireados", pero al menos pasamos. Después de un tremendo debacle en mi PC y tener que comenzar a reorganizar todo, rebuscado entre las imágenes personales, salen estas, y claro, vienen los recuerdos. Con tan sólo 12 años de edad, ya trabajaba en la calle haciendo fotografías, aunque empecé con esto algo antes; total que tengo 54 años y por tanto ando ligado al asunto algo así como más de cuarenta años (de ahí, que me cabree conmigo mismo por no haber conseguido mejores cosas después de tantos años, y mi autocrítica no sea dura, sino durísima).

Estas imágenes son a pesar de su limitada calidad un recuerdo entrañable y por eso quiero subirlas aquí y compartirlas: la primera, en B/N, hecha por mi amigo Félix, desde una loma lejana mientras yo andaba haciendo macro con mi Zenza Bronica de 6x6, él me pidió una pentax de paso universal que tenía un teleobjetivo de aquellos que el enfoque era con una empuñadura igual al de una escopeta, era un 600mm con duplicador que lo convertía en un 1200mm, ahí andaba yo en un momento un tanto "liberal" con mi chaleco árabe, las melenas, barba, y que no siempre era bien visto. Tenía creo que 19 años. En la otra, tenía 25 años, con un zarcillo en la oreja, y esos pelos, para la época era algo así como que no, algo como un "bicho raro" por no decir otras cosas, pero a mí siempre me resbaló lo que los demás pensasen, sobre todo si era respecto de mí. Fue una foto hecha en el estudio de fotografía que mi padre tenía en El Palo, el fondo está creado por un proyector de fondos que en esos tiempos se usaba, y con una Mamiya RB67 de 6x7

En fin, recuerdos de una época, etapa que pasó y que ahora, viejo, feo, y con menos "mecha" que un cohete apagado, aún damos guerra por esos montes de Dios y que por ahora y esperemos que dure bastante, todavía la mente se mantiene como con esos 20 años.