Un día… uno de esos que no sabe uno muy bien si fue bueno, o por lo contrario, no debería estar en el calendario. Ese día entre una loca carrera por salir de un lugar en el que quizás no debía haber estado; ante una “huida” meditada, sí, y ante una intempestiva hora (sobre todo para la fotografía) busqué aceleradamente a izquierda, derecha, delante, detrás, nada… ese fondo, esa luz, siempre hay algo que a un fotógrafo le motive.
El resultado fue un encuadre algo rebuscado y que no terminaba de convencerme, ¿Qué hago con esto? pensé cuando revelaba el negativo RAW, y cómo no, siempre se ve un punto, un detalle sobre el que trabajar, ¿el resultado? Como siempre suele ocurrir, es algo que queda a juicio del espectador, y no todos las interpretaciones son coincidentes. Podrá gustar más o menos, pero este fue el resultado final de aquella toma “extraña”
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