¿Qué precio tiene una fotografía de Naturaleza?

Esta pregunta suele rondar por las cabezas de los que no somos “profesionales” de la fotografía de Naturaleza, en el más puro sentido de “…lo profesional”, ya que normalmente no cobramos por nuestros trabajos y por tanto no tenemos un baremo de precios por el que regirnos.

No obstante la pregunta no va tanto por ese precio material que normalmente se estipula, fija y por el que cualquier profesional que viva de ello lucha día a día, sino más bien por esos otros fotógrafos que dedicando una buena parte de su tiempo para conseguir unas fotos profesionalmente aceptables y en bastantes casos con una más que sobrada calidad, se les demanda desde algún que otro sector interesado en sus trabajos la posibilidad de adquisición de esa fotografía que interesa para la ocasión.

He aquí el asunto, ¿qué precio tiene una foto de Naturaleza?, para el profesional que vive directamente de esto es algo que puede estar claro; una inversión en equipo, gastos de viajes, semanas, incluso meses de trabajo para obtener algunas imágenes, el precio va en relación a todo esto. Pero ¿acaso los demás no se desplazan, esperan días, semanas e incluso meses observando, siguiendo y analizando cada zona, cada especie, sus movimientos, etc.?, pero claro, no son profesionales, por tanto una valoración sobre costes de acabado de laboratorio, alguna valoración a groso modo, y ¡vamos, que nos vamos!

Evidentemente cada uno valora sus trabajos como mejor entiende, pero hay algo claro y evidente, si de tasación se trata, el coste de una fotografía de Naturaleza suele ser elevado por motivos obvios, alto coste del equipo, largos desplazamientos, tiempo de ejecución y un largo etc., como les ocurre a los profesionales, aunque aquí existe una diferencia con respecto a quienes viven directamente de este trabajo y no es otra más que, aquella fotografía que tanto se persiguió, que tantos días, tantos viajes y tanto sufrimiento costó, al final la conseguimos, quedó esplendida, con una calidad inmejorable, con una composición que nos llega… y ahora qué, ¿la vendemos?, nos la están pidiendo, pero ¿que cobramos?

Hay cosas que no tienen precio, ¿o sí?, cada uno seguro que sacará sus propias conclusiones.